
Ver las caras de sorpresa cuando son conscientes que el sonido lo dirigen ellos mismos, con su mínimo movimiento. Ver su emoción, que contagia. Te sientes orgulloso de pertenecer al género humano y a su desarrollo tecnológico. Porque no se trata de inventar programas, sino de qué manera se pueden usar esos programas.
Desde aquí mi enhorabuena. Deseo que continúen y tengan ayudas para realizar su labor.