Lo speziale, Der Apotheker o El boticario, es una ópera bufa en tres actos compuesta por Joseph Haydn (1732-Viena, 1809) sobre un libretto de Carlo Goldoni, dramaturgo (Venecia, 1707 –1793). Siendo la primera de las tres ocasiones en que ambos trabajarían juntos.
La ópera fue compuesta y estrenada en 1768 con motivo de la inauguración del teatro del castillo de Esterháza y obtuvo un gran éxito de crítica y público. Parte del tercer acto se perdió en un incendio, perdurando hasta nuestros días el primer y segundo acto, así como el final de la ópera y un aria del tercer acto.
Mengone, aprendiz de Sempronio (Tenor)
Grilletta, amada por Mengone, pupila de Sempronio(Soprano)
Sempronio, viejo boticario, tutor de Grilletta, (Tenor )
Volpino, joven rico, enamorado de Grilletta, (Mezzosoprano)
Un farmacéutico bastante mayor, Sempronio está determinado a casarse con una joven mujer, Grilletta, más por dinero que por ninguna otra razón. Hasta aquí el argumento recuerda otras óperas como Il barbiere di Siviglia, pero en esta ocasión, no se trata de un triángulo sino de un rectángulo amoroso. Sempronio tiene dos jóvenes rivales, el primero es Mengone, aprendiz de Sempronio que solamente está trabajando con él para poder estar más cerca de Grilletta. El otro es Volpino, un joven rico de la ciudad. La ópera se desarrolla en la farmacia de Sempronio lo que da al compositor alas para escribir originales arias en las que farmacéutico y auxiliar recetan interminables listas de remedios para diversas enfermedades.
Por lo demás la ópera tiene todos los elementos de tradicionales de la época, incluyendo situaciones que dan lugar a equívocos, algún travestido y un lieto fine. Finalmente es Mengone el que consigue casarse con Grilletta.
Obtenido de "http://es.wikipedia.org/wiki/Lo_speziale"
http://www.diariodesevilla.es/article/ocio/303801/maestranza/ofrece/la/opera/lo/speziale/haydn/con/montaje/y/voces/para/jovenes.html
La obra, que dura dos horas, está interpretada por cuatro voces y acompañada por una orquesta reducida, como de cámara, no es en absoluto elitista ni aburrida, sino que es "simpática, fresca y joven", según Serrate, quien elogió el esfuerzo hecho por los cantantes para trasladar la acción a un escenario de grandes dimensión, además de por la gesticularidad y las dotes dramáticas que los papales le exigen.
El director también destacó la juventud del reparto - la soprano granadina Sandra Pastrana tiene 30 años- por lo que confió en que serán capaces de transmitir el potencia de alegría y entusiasmo que posee la obra.
"Cantar es hablar desde el corazón hacia el público", afirmó Serrate al destacar la importancia de los recitativos y al definir la obra "como un bombón" lleno de sentido del humor, repleta de bromas, de dobles sentidos y de chistes.
El director explicó que sólo los dos primeros actos son de Haydn, ya que buena parte del tercero se perdió y fue reconstruido, de ahí que tenga "momentos más románticos" que "se notan poco, pero se notan".
El director de escena Patrick Mailler aseguró que esta nueva versión mantiene el mismo espíritu de la que se estrenó hace seis años y que "la obra tiene vocación de divertir", a la vez que misión ha sido la de motivar a los cantantes, algo a lo que la mezzosoprano Angélica Mansilla correspondió al afirmar que, al hacer un papel masculino, su personaje parece "sacado de los dibujos animados".
La soprano Sandra Pastrana aseguró que la obra es tan divertida e interpretan tanto que cuando sale al escenario se le olvida que tiene que cantar, mientras que el también joven tenor Juan Antonio sanabria confesó que es la primera vez que canta a Haynd, si bien sus partituras le vienen muy bien a su voz.
El tenor Manuel de Diego, que aseguró tener en el Maestranza "su segunda casa" mostró su alegría por asistir al debut de Serrate en el foso, porque también cantó en el de Pedro Halffter, actual director del Maestranza, en el de la Zarzuela de Madrid.
Franz Joseph Haydn es uno de los máximos representantes del periodo clasicista, además de ser conocido como el "Padre de la Sinfonía" y el "Padre del Cuarteto de Cuerda".
Entró como niño cantor en el coro de la Catedral de San Esteban en Viena, donde estuvo durante nueve años, hasta que en 1749 Haydn alcanzó la edad en la que ya no pudo cantar tonos agudos, por lo que fue despedido del coro. Unos amigos lo acogieron en su casa, y decidió convertirse en músico independiente, transcurriendo diez años difíciles; entre otras cosas fue sirviente del compositor italiano Nicola Porpora. Haydn sacó partido de estos años al ir adquiriendo mayores conocimientos musicales, hasta el punto que compuso sus primeros cuartetos de cuerdas y su primera ópera, además de que su reputación como compositor empezó a crecer y se hizo conocido de personas influyentes de Viena.
Al final de este período, en 1759, Haydn recibió una oferta de empleo importante: la de director musical del conde de Morzin. Al mismo tiempo componía sus primeras sinfonías para la orquesta. El conde de Morzin padecía dificultades económicas, por lo que a los dos años despidió a todos sus músicos. No obstante, Haydn encontró enseguida un empleo similar como asistente del director musical de la familia Esterházy, una de las más ricas e influyentes del Imperio Austríaco, y que residía en invierno en Viena y en verano en dos palacios de su propiedad, uno al sur de la capital y otro en Hungría.
Los Esterházy eran amantes y conocedores de la música y le dieron todo el apoyo que necesitaba para su labor, incluso su propia pequeña orquesta. Empezó a trabajar para el príncipe Paul Anton Esterházy en 1762, y muerto éste en 1763, sirvió a su hermano Nicolás llamado el magnífico durante casi treinta años. En su nuevo cargo, Haydn tuvo una gran responsabilidad, que consistía en componer música para cada ocasión, dirigir la orquesta, interpretar música de cámara con miembros de la orquesta y también de la familia, así como organizar el montaje de óperas (presentaba todas las semanas dos óperas y dos conciertos, además de las obras especiales para los visitantes destacados, y conciertos de música de cámara diarios en los que el propio príncipe tocaba la viola de bordón). A pesar del intenso trabajo, Haydn se consideró un hombre afortunado: "mi príncipe está satisfecho con toda mi obra, se me elogia, y yo como director de orquesta puedo hacer experimentos, observar qué refuerza un efecto y qué lo atenúa y hacer mejoras, intentando cosas nuevas".
Un año después de la Revolución Francesa de 1789 que conmocionó a toda Europa, en 1790 murió el patriarca de los Esterházy y su sucesor resultó ser un hombre sin interés por la música, que despidió a la orquesta y jubiló a Haydn. Con tal motivo, aceptó la oferta de un empresario musical alemán para viajar a Inglaterra y dirigir sus nuevas sinfonías con una gran orquesta. Su estancia en ese país fue un gran éxito. Haydn alcanzó una amplia fama y tuvo considerables ingresos. En Inglaterra compuso también algunas de sus obras más sobresalientes, como las Sinfonías de Londres (entre ellas la Sinfonía nº 104 "Londres") y las Sinfonías Militares, el Cuarteto Reiter o el Rondo gitano para trío con piano.
Habiendo considerado quedarse en Inglaterra, Haydn finalmente volvió a Viena, donde se hizo construir una gran casa y decidió dedicarse a la composición de obras sacras. Escribió dos grandes obras, el Oratorio La Creación y el oratorio Las Estaciones, así como seis Misas. También compuso los últimos nueve Cuartetos de cuerda.
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